Por boca del señor Vicepresidente del Gobierno de España (o
¿algo más?), nos enteramos de que nuestra titubeante Democracia está a expensas de un gobierno social comunista, justamente lo contrario de lo que DESEAN
los socialdemócratas de toda la vida, es decir, los que, en el decir de la
mayoría de la gente, representan muy cumplidamente a la Izquierda Democrática, en donde no podemos ver al comunismo por mucho que quiera revestirse de “suave leninismo”: ahí está
la Historia para demostrarlo con repetidas y apabullantes lecciones.
Social comunista era lo que se llamó Socialismo Real durante
los muchos años de imperialismo soviético; lo es también para el tiranuelo de
Corea del Norte y no pocos de sus imitadores, que ponen el término social por
delante de comunista como un filtro de los malos recuerdos, como si lo que es malo
por esencia pudiera hacerse bueno con solo olvidar la Historia.
Comunismo, lo sabemos muy bien ha demostrado ser un
movimiento de aborregamiento colectivo según las directrices de unos pocos que
manejaron y siguen manejando como nadie el Arte de la Mentira.
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